ULTIMO MOMENTO:
IMPULSADO POR LA IZQUIERDA Y EL KIRCHNERISMO
Hace dos años se presentaba en Jujuy un escenario de violencia protagonizado por militantes de izquierda y del kirchnerismo que escudados en la protesta contra la reforma constitucional, trataron de incendiar la Legislatura y luego realizaron un salvaje corte de rutas provocando pérdidas millonarias a la economía y al turismo.
Para estos sectores, el episodio se denomina "jujeñazo" y así lo vinieron promocionando en los últimos dos años, buscando justificar el grado de violencia alcanzado con la quema de parte del edificio parlamentario y de vehículos estacionados en las afueras de avenida 19 de Abril. Durante la reforma constitucional, engañaron a los pueblos originarios, cuando el artículo que se pretendía incorporar les sumaba más derechos. Esto llevó a que los convencionales no modificaran ni una coma. La misma treta fue la utilizada posteriormente para intentar boicotear la adhesión de Jujuy al RIGI, montando la izquierda una carpa en la Legislatura.
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Los convencionales venían avalados por el voto popular de las elecciones del 10 de mayo del 2023, donde el partido gobernante se impuso con holgura. Es decir que la ciudadanía sabía que se elegía y para qué. Sin embargo, a la izquierda encabezada por Alejandro Vilca no le quedaba otro recurso que el generar conflictos con la previa amenaza de una de sus convencionales de un golpe institucional.
A medida que se aproximaba la sanción de la reforma, se venía gestando "la resistencia" con apoyo de uno de los gremios del nivel secundario muy afín al FIT, que aprovechó el momento para instalar el reclamo salarial y que luego fue sumando otros sindicatos estatales con ideologías opuestas al Gobierno provincial. Allí el error del entonces gobernador fue no darles el aumento solicitado y confrontarlos, lo cual amplió la protesta.
Así fue la convocatoria a una movilización para el 20 de junio, día simbólico de los convencionales para aprobar la reforma. Días antes, el oportunismo del sector de Carolina Moisés y el kirchnerismo o La Cámpora, hizo que se excluyeran del debate por la reforma, pasándose a las filas antireformistas.
Llegó el día D y los convencionales ya habían consensuado y redactado el texto final de la reforma para su aprobación. Pero para el flanco opositor ello no debía ocurrir y así se prepararon, también con apoyo de la Tupac Amaru y Milagro Sala entre las sombras.
Era sabido el operativo de seguridad preventivo a desplegarse en las inmediaciones de la Legislatura, pero los manifestantes debían generar el caos para pasar la responsabilidad a la Policía por la "represión". Y así sucedió. La Policía tuvo que dispersar a los que superaron los vallados e incendiaron áreas de la Legislatura y vehículos estacionados. En el medio hubo heridos en ambos bandos y detenidos.
Pero eso no debía terminar ahí, había que llevar la protesta a las rutas. Más de un mes duraron los cortes. En su transcurso murió una turista porque no pudo ser asistida a tiempo por el SAME debido a esos cortes. Así como en el sur del país había "pseudo mapuches" de La Matanza, en las rutas del norte también había "pseudos originarios" o activistas de Capital Federal, entre ellos exguerrilleros montoneros.
Las pérdidas para el turismo fueron millonarias y los primeros que dieron la puntada de hartazgo, fueron los purmamarqueños. Poco a poco se fueron levantando los cortes, ya se venían las elecciones PASO donde la izquierda y el kirchnerismo buscaban capitalizar el conflicto. Y en las PASO presidenciales ganó el libertario Javier Milei, el mismo que indirectamente apoyó a Gerardo Morales cuando dijo que se había quedado corto con el despeje de los violentos de la Legislatura. Curiosamente, Milei ganó en el norte de la provincia, epicentro de los cortes.
Después en las posteriores elecciones, ni la izquierda ni el kirchnerismo lograron imponerse como ellos suponían. Por el contrario, en el último comicio de mayo de este año, el oficialismo se impuso en toda la provincia y La Libertad Avanza se ubicó en el segundo lugar. Es decir que los que alentaron la violencia y los cortes con la complicidad del entonces gobierno de Alberto Fernández y Aníbal Fernández (más la pasividad de la Justicia Federal), retrocedieron en la consideración de la gente. Además, habían impulsado la intervención federal de Jujuy, otro fracaso.
Hoy esos sectores aún están agazapados y esperando cualquier fisura del Gobierno provincial para volver a generar el caos y sacar réditos políticos.
